Entrevista a Miguel Jara, escritor y periodista

Entrevista publicada en septiembre de 2007 en el periódico Extremadura al Día


Miguel Jara: “Extremadura debe seguir luchando por ser el estandarte ecológico de Europa”

A propósito de su  último libro, ‘Conspiraciones tóxicas: cómo atentan contra nuestra salud y el Medio Ambiente los grupos empresariales’, el escritor y periodista Miguel Jara (en colaboración con Joaquín Vidal y Rafael Carrasco) ha conseguido hacer, tras más de 15 meses de investigación y condensado en 350 páginas del periodismo más puro, un repaso a los agentes contaminantes, a los grupos de presión y a los principales problemas medioambientales que hoy acechan a nuestro país.

Extremadura, una región rica en recursos naturales se ve muy representada en este trabajo de Jara por su movimiento ciudadano, por la futura refinería y por ser “una tierra que podía ser estandarte mundial de un modelo económico y ecológico, y por ello humano, y se ha convertido en el penúltimo campo de experimentación de los impulsores del actual modelo económico, suicida por insostenible”.

 1. Desde el Jamón York hasta la telefonía móvil...¿Nos movemos por un suelo de aguas pantanosas?, ¿cómo de pantanosas?
Efectivamente desde el Jamón York a la telefonía móvil existen un montón de tecnologías y servicios sucios y contaminantes en la sociedad que están impulsados por grupos de interés, grandes empresas y sus lobbies, que ellas mismas controlan o incluso contratan para que salgan adelante esas tecnologías, para que estén reguladas y para que las leyes las favorezcan o al menos no les hagan daño.

Citando el Jamón York, he de decir que en el libro dedicamos muchas páginas a los productos químicos tóxicos. Hay 104.000 liberados en la atmósfera por la industria química y pese a que muchos de ellos ya sabemos que son muy graves para la salud, otros están en todas partes e intuimos que son iguales o más peligrosos. Son tan omnipresentes que incluso llevamos 40 o 50 de media en el interior de nuestro organismo, sobre todo desde la Revolución Industrial.

  1. Los lobbies son la trastienda del poder. ¿La opinión pública también está marcada por estos grupos de presión? ¿Somos marionetas? 
Una de las labores de los lobbies es trabajarse a la opinión pública, porque los lobbystas, entre otras cosas, son RRPP; de hecho muchas grandes multinacionales tienen incluso un ‘Departamento de Asuntos Públicos’, y es éste su departamento de lobbies.

Suelen trabajarse a la Opinión Pública a través de los Medios de Comunicación: cuando, por ejemplo, en un programa de televisión saben que se va a tratar el tema de la telefonía móvil, los lobbystas (que cuentan con buena cultura, formación y educación), son los encargados de llamar a la cadena para interesarse de qué se va a hablar, y exigir, por las buenas, que se cuente con las diferentes patronales y portavoces de los sectores. Ellos ya explicarán su propia versión.
A veces surgen otras presiones menos legítimas basadas en las amenazas judiciales a periodistas, e incluso desde estos lobbies se ocupan de controlar las opiniones, informaciones y conclusiones de los científicos.

Por ejemplo: en cuanto a la telefonía móvil, casi todo el mundo sigue no creyéndose hoy que puede afectar gravemente a la salud, porque básicamente los lobbies de las compañías eléctricas y telefónicas han subvencionado la mayor parte de los trabajos científicos realizados (que a día de hoy son alrededor de 3.000), con lo que los informes siempre salen a favor de sus intereses.


“Somos culpables todos por estar desinformados”

  1. Habla de conspiraciones y eso implica que los ciudadanos no alcanzan a ver la verdad de su aire, de su alimentación o incluso de su propia salud. ¿Quién es el principal culpable? 
Somos culpables todos, sobre todo a nivel individual, por estar desinformados. Aunque también, las grandes empresas que impulsan todas estas cosas son responsables de lo que ponen en circulación. Si una empresa de telefonía móvil sabe que sus productos son dañinos para la salud, es responsable de aquello que comercializa y pone en circulación, responsable en cuanto a que daña a la salud de las personas que lo consumen.

Las empresas nucleares son responsables de los daños para la salud que provoca este tipo de energía. Son responsables porque son capaces de comprar el silencio de concejales y alcaldes, que por otra parte, trabajan en ocasiones para la propia central.

  1. Hablar de lobbies, de presiones internas que influyen en las actuaciones gubernamentales ¿no es peligroso? 
Partimos de que los lobbies son como mafias y se encuentran en los Ayuntamientos, en los gobiernos, en las multinacionales…Sólo en el Parlamento Europeo hay cerca 15.000 lobbies acreditados, pero aún así no es una actividad legal perseguida, con todo lo que ello conlleva.

Hablar de lobbies desde el ámbito municipal es más peligroso porque el círculo es más pequeño.

  1. ¿cuántos lobbies puede haber aproximadamente en nuestro país? 
Muchísimos. Hay que tener en cuenta que desde el Departamento de Asuntos Regulatorios de una empresa hasta el mismo Departamento de Prensa se ejerce presión para favorecer los intereses de unos pocos.

La acción del lobbysta es la de presionar a su favor saltándose el interés de lo general en beneficio del particular. Ellos no son elegidos democráticamente, pero consiguen engatusar a los políticos y con ello que se legisle a su favor.


“Extremadura es el gran exponente ecológico a nivel europeo”

  1. A modo de ejemplo, ¿quiénes serían los principales interesados de que se llevase a cabo una refinería de petróleos en el interior de la Península? 
En el caso de Extremadura y la Refinería Balboa, el primer interesado de que se llevase a cabo la refinería de petróleos sería el propio empresario, Alfonso Gallardo y sus inversores: Caja Madrid, BBVA, Iberdrola… Y tras estos, la Junta de Extremadura y el PSOE.

A pesar de la actividad de las plataformas ciudadanas en contra de la Refinería, la función represora sobre estos movimientos ciudadanos es cada vez más fuerte. Y no hay que olvidar que la actuación de los grupos de presión es siempre un fraude democrático, porque se ejerce la fuerza y la decisión a espaldas de los ciudadanos.

La Refinería de Petróleos estaría rodeada de otras industrias muy contaminantes como cementeras, térmicas, construcción de nuevas carreteras, ampliación de líneas de alta tensión…sitas sobre una de las tierras más ricas de Europa. No hay que olvidar que Extremadura es grande por ser un paraíso natural dentro del Continente, que constituye el gran exponente ecológico europeo.


  1. ¿Qué opinión le merece la aparición de plataformas ciudadanas contra la Refinería de Gallardo? ¿También éstas estarían movidas por lobbies? 
En muchas entrevistas que me hacen me preguntan que ante el panorama alarmante que describimos en el libro, ¿dónde están las alternativas?, ¿qué podemos hacer?
Yo les digo, y estoy convencido, de que el ciudadano lo que debe hacer es organizarse. En ‘Conspiraciones tóxicas’ ponemos como ejemplo la Plataforma Ciudadana Refinería No (PCRN) o la Plataforma Antinuclear Cerrar Almaraz, porque son ejemplos positivos de que cuando la gente se asocia, gana la guerra o al menos la batalla.

Los pasos para llegar a ello son sencillos: primero hay que informarse, luego, organizarse y después actuar.

La PCRN es un ejemplo del trabajo bien hecho, es sobre todo un hito de esperanza para Extremadura porque están llevando a cabo una lucha ciudadana con ideales muy avanzados e ideas claras por bandera. Todo para mantener una Extremadura limpia y ecológica que se pueda desarrollar con cerebro; una Extremadura que trabaje con la naturaleza y no contra ella. Porque ésta es una comunidad que a lo largo de los años ha sabido mantener su apego a la tierra, con todos los valores que esto conlleva.


  1. El posicionamiento a favor o en contra de la implantación de una refinería ¿viene dado por la presión que se haga en una dirección u otra? 
Está claro que el lobbysmo también puede hacerse desde el lado ‘verde’. En el Parlamento Europeo incluso existe una oficina fija de grupos ecologistas.

Las organizaciones ecologistas menores a veces también se ven obligadas a presionar sobre las grandes empresas. También ‘se trabajan’ a los políticos, a los Medios de Comunicación…mantienen sobre ellos una ‘presión verde’.

Sin embargo, la diferencia entre ambos estriba en que los lobbies industriales siempre actúan a favor de su propio beneficio y en contra de la salud de los ciudadanos, poseen en ocasiones contratos blindados con las compañías para las que trabajan; y los ‘verdes’ trabajan a favor del Medio Ambiente.

Lo que está claro es que si hay lobbies verdes es porque los políticos no trabajan bien.

“La energía nuclear no es para nada una energía rentable” 


  1. La energía nuclear ¿es tan mala como la pintan? 
La energía nuclear fundamentalmente presenta dos problemas: los residuos que produce (la basura radiactiva, y que tarda miles de años en eliminarse), y los problemas que genera en el entorno. Porque ¿quién quiere vivir en un entorno con contaminación nuclear?

Estudios epidemiológicos de Greenpeace estiman que las tasas de cáncer en las comarcas nucleares son superiores a las del resto. No hay más que ver el número de casos de cáncer en niños en localidades como Jaraíz de la Vera: son tasas elevadísimas con respecto al resto de zonas que no poseen una central nuclear cerca.

El problema es que actualmente se vende la energía nuclear como energía limpia, que no produce CO2 (gran agente contaminante y causante del Cambio Climático, entre otros). Es, por tanto y según estos grupos, una energía limpia que no cambia el clima.

  1. Dice el Gobierno que de aquí a cinco años desmantelará algunas centrales nucleares. Dicen los grupos ecologistas que ésta es una gran promesa incumplida en aras a las últimas actuaciones llevadas a cabo por el Ejecutivo. ¿Qué opina? 
Que puede que se tratase de una promesa de tiempo para agradar a su clientela verde y a su máximo izquierdismo (IU, ICV…): ‘cerraremos las centrales’. Sospechosamente sólo se ha decidido cerrar la de Zorita y la de Garoña. Y sin embargo las presiones de los lobbies sobre las eléctricas son muy fuertes.

Las centrales nucleares en España están muy viejas, obsoletas. Lo razonable sería un definitivo plan de cierre y la sustitución por energías limpias.

  1. ¿Es tan rentable la energía nuclear? 
No es una energía rentable. La energía nuclear es sobre todo una energía subvencionada.
Si el Estado no subvencionase la energía nuclear, las centrales no las construiría nadie. De hecho actualmente las empresas eléctricas están apostando por las centrales térmicas, que son más rentables.

  1. ¿Es factible emplear sólo energías renovables? 
Sí, claro que es factible. Sin embargo hay que tener presente que si se apostase por la reducción del consumo y el uso de la energía de forma racional, todo iría mucho mejor.

En España se ha optado por la sobreoferta para incentivar la demanda. Estamos ante un caso de especulación energética y hemos pasado del capitalismo productivo al especulativo. La eficiencia energética provocaría ‘in situ’, una mejora en las redes y en la relación con la propia energía.

  1. ¿Qué opina de la subida de los piensos, del encarecimiento de este tipo de materiales por la aparición de los llamados biocombustibles? ¿Los gobiernos deberían actuar en este sentido o es más fácil y más rentable dejarse llevar por los grupos de presión? 
Los biocombustibles ya se usaban hace mucho tiempo en países como Argentina o Brasil, en lugares donde no se podía comprar petróleo. La caña de azúcar y la remolacha eran empleadas para producir energía.

Sin embargo, como ‘lo verde, vende’ se ha establecido (sobre todo por EEUU) la firme apuesta por los biocombustibles que, como estamos comprobando, presentan más problemas que beneficios, porque para cultivar este tipo de plantas se destruyen grandes masas forestales como el Amazonas y se acaba destrozando el proceso de exportación de los países pobres a los ricos (los pobres se convierten en esclavos de las necesidades creadas por los ricos).

El empleo de cultivos transgénicos tampoco es la solución, porque provocan serios problemas ambientales. Por ello, los biocombustibles no son tan ‘bio’: el transporte desde los países pobres a los ricos necesita de un combustible que sí emite CO2, que les permita llegar a continentes como Europa.

  1. La energía nuclear, las refinerías, la telefonía móvil… ¿y ahora resulta que también los medicamentos son peligrosos? 
Los medicamentos son más peligrosos de lo que se cree e incluso algunos ya han provocado muertes en España.

Componentes como la Fenilamina, presente en algunas soluciones anticatarrales, puede llegar a provocar serios problemas en la salud. De hecho en EEUU se retiró, pero no en España.

En la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (www.agemed.es) puede encontrarse una recopilación de los casos más graves por consumo de medicamentos en España en los últimos años. Pero no interesa darlo a conocer y el público no opta por acudir a este tipo de fuentes para informarse.

La conclusión es clara: el 90% de los medicamentos son eficaces nada más que para el 30-40% de las personas. Los medicamentos no curan: tapan, esconden el problema y acaban sirviendo de parche.


Conspiraciones tóxicas: Cómo atentan contra nuestra salud y el medio ambiente los grupos empresariales (Ediciones Martínez Roca-Grupo Planeta, junio 2007)

Traficantes de Salud: cómo nos venden medicamentos peligrosos y juegan con la enfermedad (Icaria Editorial, 2007)

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