Isabel Coixet
Inconfundibles gafas de pasta, pelo
desaliñado con cierto orden, y una mujer exigente consigo misma como con las
miles de historias que le salen de dentro. Isabel Coixet es de esas personas
que tienen claro que su misión en la vida atiende a un don: el de contar
historias. Relatos basados en la propia vida.
Esta directora, gran ganadora de los
últimos premios Goya, nació en Barcelona, un 9 de abril de 1962, en el seno de
una familia de clase obrera, muy modesta. A muy temprana edad aprendió a ver el
celuloide con otros ojos, acompañando a su abuela, empleada en las taquillas de
un viejo y pequeño cine barcelonés.
Siempre intuyó que tras su deseo de ver
todas las películas del mundo, se escondía un talento innato capaz de convertir
simples ideas y sentimientos en verdaderas joyas de 90 minutos. Sin embargo no
estudió cine, sino Historia en la Universidad Autónoma de Barcelona, culminando
su carrera con una tesina sobre el cine de los años 70.
Sus comienzos con las cámaras no se
remiten a un guión cinematográfico, sino a uno publicitario. En su época
estudiantil consiguió un trabajo, que le permitiría sufragar sus pequeños
gastos, en una agencia de Publicidad, de la que robaba cintas para poder grabar
cortos experimentales.
Pronto se convirtió en un As de la
industria publicitaria, creando spots que darían la vuelta al mundo. Isabel ha
realizado trabajos para compañías tan importantes como JWT o TARGET, de la que
fue, además de directora creativa, fundadora. Entre sus clientes destacan a Procter and Gamble, Kronenbourg, Ikea,
Renault Philip Morris Youth Smoking Prevention.
Trabajó también como periodista, en la revista Fotogramas, realizando
alguna que otra entrevista “la mayoría, horribles”, como ella misma ha
calificado.
Ha creado Miss Wasabi, una productora que le permite rodar sus propios
anuncios, y no descarta volver a grabar un spot, siempre que el proyecto sea
bueno.
Nadie duda de su talento. Con tan sólo 5 filmes a sus espaldas puede
presumir de haber alcanzado el status artístico de muchos de los creadores más
consagrados.
En lo más profundo de los argumentos de sus películas se atisban dos
realidades paralelas, el miedo por afrontar la vida y el propio deseo por
hacerlo. Eso mismo que cada una de las personas que nacen, experimentan a lo
largo de sus años conforme ven que van pasando sin tregua.
Ella misma se ha definido en alguna ocasión metódica e inconformista.
Le gusta superarse con cada cosa que hace y asegura que nunca sabe a ciencia
cierta hasta dónde va a llegar ante una nueva idea; prefiere dejarse llevar e
ir perfilando detalles a medida que avanza con las historias
Admira, entre otros a Tom Waits, a Agnès Varda y a todas aquellas personas
que llevan la vida sin lamentos.
Se declara atea y no entiende por qué la
esperanza hay que buscarla en Dios o en otro lugar que no sea el interior de
uno mismo. Partidaria de una educación bilingüe, afirma que la lengua es el
mejor camino para la comunicación, que los idiomas son un mecanismo para entenderse
y que cuantos más se sepan, mejor. Razón, quizás, por la cual ha decidido rodar
alguna de sus películas en inglés.
Ha sido galardonada en varios festivales
de Cine como Cannes o Praga y tiene en su poder algún otro merecimiento por sus
trabajos publicitarios, aunque muchas veces se siente sorprendida por el
reconocimiento, “una impostora, porque las historias pasan a través de mí”,
como dijo en la última gala de los premios Goya al recibir el primero de los
cuatro que se llevó.
FILMOGRAFÍA:
Demasiado viejo para morir joven (1995)
Cosas que nunca te dije (1995)
A los que aman (1998)
Mi vida sin mí (2003)
La vida secreta de las palabras (2005)
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