Isabel Coixet

Perfil realizado en febrero de 2006 para la agencia de noticias Europa Press

Isabel Coixet


Inconfundibles gafas de pasta, pelo desaliñado con cierto orden, y una mujer exigente consigo misma como con las miles de historias que le salen de dentro. Isabel Coixet es de esas personas que tienen claro que su misión en la vida atiende a un don: el de contar historias. Relatos basados en la propia vida.

Esta directora, gran ganadora de los últimos premios Goya, nació en Barcelona, un 9 de abril de 1962, en el seno de una familia de clase obrera, muy modesta. A muy temprana edad aprendió a ver el celuloide con otros ojos, acompañando a su abuela, empleada en las taquillas de un viejo y pequeño cine barcelonés.

Siempre intuyó que tras su deseo de ver todas las películas del mundo, se escondía un talento innato capaz de convertir simples ideas y sentimientos en verdaderas joyas de 90 minutos. Sin embargo no estudió cine, sino Historia en la Universidad Autónoma de Barcelona, culminando su carrera con una tesina sobre el cine de los años 70.

Sus comienzos con las cámaras no se remiten a un guión cinematográfico, sino a uno publicitario. En su época estudiantil consiguió un trabajo, que le permitiría sufragar sus pequeños gastos, en una agencia de Publicidad, de la que robaba cintas para poder grabar cortos experimentales.

Pronto se convirtió en un As de la industria publicitaria, creando spots que darían la vuelta al mundo. Isabel ha realizado trabajos para compañías tan importantes como JWT o TARGET, de la que fue, además de directora creativa, fundadora. Entre sus clientes destacan a Procter and Gamble, Kronenbourg, Ikea, Renault Philip Morris Youth Smoking Prevention.

Trabajó también como periodista, en la revista Fotogramas, realizando alguna que otra entrevista “la mayoría, horribles”, como ella misma ha calificado.

Ha creado Miss Wasabi, una productora que le permite rodar sus propios anuncios, y no descarta volver a grabar un spot, siempre que el proyecto sea bueno.

Nadie duda de su talento. Con tan sólo 5 filmes a sus espaldas puede presumir de haber alcanzado el status artístico de muchos de los creadores más consagrados.

En lo más profundo de los argumentos de sus películas se atisban dos realidades paralelas, el miedo por afrontar la vida y el propio deseo por hacerlo. Eso mismo que cada una de las personas que nacen, experimentan a lo largo de sus años conforme ven que van pasando sin tregua.

Ella misma se ha definido en alguna ocasión metódica e inconformista. Le gusta superarse con cada cosa que hace y asegura que nunca sabe a ciencia cierta hasta dónde va a llegar ante una nueva idea; prefiere dejarse llevar e ir perfilando detalles a medida que avanza con las historias

Admira, entre otros a Tom Waits, a Agnès Varda y a todas aquellas personas que llevan la vida sin lamentos.

Se declara atea y no entiende por qué la esperanza hay que buscarla en Dios o en otro lugar que no sea el interior de uno mismo. Partidaria de una educación bilingüe, afirma que la lengua es el mejor camino para la comunicación, que los idiomas son un mecanismo para entenderse y que cuantos más se sepan, mejor. Razón, quizás, por la cual ha decidido rodar alguna de sus películas en inglés.

Ha sido galardonada en varios festivales de Cine como Cannes o Praga y tiene en su poder algún otro merecimiento por sus trabajos publicitarios, aunque muchas veces se siente sorprendida por el reconocimiento, “una impostora, porque las historias pasan a través de mí”, como dijo en la última gala de los premios Goya al recibir el primero de los cuatro que se llevó.

FILMOGRAFÍA:

Demasiado viejo para morir joven (1995)
Cosas que nunca te dije (1995)
A los que aman (1998)
Mi vida sin mí (2003)
La vida secreta de las palabras (2005)

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